LA
HABANA (AP) - La activista Martha Beatriz Roque tiene
una inusual petición para el gobierno de Cuba:
que cese el acoso o la devuelva a prisión.
La ex prisionera política, que se ha opuesto a
Fidel Castro durante 17 años, afirma que ya no
puede soportar las amenazas e insultos interminables de
los simpatizantes oficialistas que la denuestan a gritos
en la calle, deslizan mensajes amenazadores bajo su puerta
y la semana pasada dieron golpes en su ventana con una
pistola a medianoche.
"Esta es una vida casi imposible'', exclamó
Roque, una de las disidentes más destacadas en
Cuba. "Yo prefiero estar presa que tener que aguantar
este constante hostigamiento'', afirmó en declaraciones
a The Associated Press el mes pasado.
Roque, economista de profesión, era la única
mujer entre las 75 personas encarceladas en el 2003 durante
una masiva campaña del gobierno contra la disidencia.
Fue sentenciada a 20 años de prisión. En
julio del 2004, fue puesta en libertad bajo palabra por
motivos de salud.
En mayo del 2005, Roque organizó una inusitada
reunión con más de 200 disidentes para discutir
la promoción de una democracia tipo occidental
en Cuba.
Roque
dijo que las presiones han ido en aumento desde que Castro
fustigó a los adversarios en julio del 2005 en
su discurso en la conmemoración anual de la revolución.
Las agresiones han continuado después del 31 de
julio, cuando Castro anunció que delegaba el poder
a su hermano menor mientras se recuperaba en una cirugía
gástrica.
Delgada, con pelo cano y 61 años de edad, Roque
sufre de diabetes así como de problemas del corazón
y la presión arterial. "¿Hacen eso
para que me dé un infarto?'', preguntó medio
en broma, medio en serio.
Lo peor ocurrió en abril, dijo, cuando fue empujada
y abofeteada por un hombre y una mujer que irrumpieron
en su apartamento. Ese mes, un grupo de cubanos que se
mudó recientemente cerca de su edificio pasó
un fin de semana pintando la bandera cubana y enconados
lemas en el pasillo que da a su vivienda.
En un muro todavía se leen los mensajes de "Viva
Fidel'' y "Abajo los Contrarrevolucionarios''. Y
cada vez que Roque abre su puerta, se topa con un enorme
retrato de Castro que fue colocado por los simpatizantes
oficialistas.
"Esto ha sido una ofensiva que no ha parado'', manifestó
la disidente.
Roque sospecha que entre sus vecinos hay agentes de la
seguridad del estado.
Roque es uno de los varios disidentes que se han quejado
de asedio físico y psicológico por vecinos
y presuntos agentes.
La disidente dice que no sabe si las cosas para los activistas
vayan a mejorar o empeorar bajo el liderazgo del hermano
menor de Castro, el ministro de Defensa Raúl Castro.
Pero consideró que es inminente un eventual cambio
político y económico en Cuba.
" Raúl Castro no se va a mantener en esto
por mucho tiempo - de eso, estoy segura'', dijo Roque.