| ¿Poder
perdonar a quien asesinó a cinco de los hijos de
los miembros de su comunidad, parece imposible? Inclusive
invitar a la esposa de quien lo cometió para que
asistiera al funeral, pareciera insólito, en especial
en estos tiempos en que la vida ha tomado tan poco valor.
Los periódicos en especial los escritos en inglés
informaron sobre el asesinato de cinco jóvenes
estudiantes en una escuela en Lancaster, Pensilvania,
el pasado 2 de octubre. Las cinco jóvenes vilmente
acribilladas eran miembros de la comunidad Amish en Lancaster,
Pensilvania. Estudiantes de la West Nickel Mines Amish
School. El autor, Charles Carl Roberts IV, un conductor
de un camión distribuidor de leche de 32 años
de edad. ¿La causa?
Roberts estaba disgustado con Dios por la muerte de su
hija de solo 20 minutos de nacida y por haber molestado
a dos jóvenes 20 años atrás. Después
de haber cometido tal crimen se outo-eliminó.
La que fuera la escuela de las jóvenes, fue destruida
por constructores contratados para tal efecto sin dejar
rastro físico de ella, con lo que esta comunidad
espera les ayude a continuar su diario vivir. Se obtuvieron
fondos, no solo para ayudar a los padres de las victimas
sino también de la viuda de Roberts.
Los Amish, provienen de un movimiento religioso Anabaptista,
originalmente creado por Jacob Amman (1656-1730) en Suiza.
Gran parte de ellos emigraron a Estados Unidos en el siglo
18 debido a la persecución religiosa de que fueron
objeto y su rechazo a prestar el servicio militar. Ellos
saben que “Sus hijas van al cielo. Sus hijas son
inocentes...y también de que ellos se unirán
a ellas a su muerte” ‘Ellos también
saben que la pena es inmensa pero también que su
pena no se paliara con el odio” “Ellos continuarán
fundamentados en su fe y el amor a Dios, y en una creencia
firme en la no violencia y en el poder de perdonar”
Aun cuando conservadores en su estilo de vida, en especial
lo relacionado con su vestido y ética personal,
rechazan la riqueza y se abstienen de utilizar la tecnología.
Obtienen su subsistencia de la agricultura y en especial
de la hechura de tejidos de lana y artesanías que
gozan de gran prestigio. Tienen una resistencia al cambio
pero a su vez su firme creencia de como mantener la paz
y amor a Dios tal como Jesucristo la enseñó.
“Es su practica rechazar ser el centro de atención
en su búsqueda por una vida simple en Dios”.
Los familiares invitaron a la viuda de Roberts a las honras
fúnebres. Este espíritu de perdón
se sale de nuestro concepto de que “el que la debe
la paga” Pareciera, como lo es, que aun en el siglo
XXI existan comunidades que tengan tal respecto a la vida
del ser humano y de que no son ellos quienes para juzgar
los hechos de los hombres.
La Sra. Roberts expresó su dolor, al mismo tiempo
que su gratitud con la comunidad Amish. Ella dentro de
su vergüenza y pena por tan doloroso acontecimiento
encontró soporte en la comunidad que debiera haber
buscado venganza en ella por el hecho cometido por su
esposo. No, por el contrario recibió la comprensión
y apoyo de ellos mismos.
Es ésta una lección que hoy en día
se hace realidad en una comunidad de la cual la mayoría
de nosotros no teníamos conocimiento y menos de
su comportamiento en momentos de tanta adversidad. Saber
perdonar como Dios nos ha enseñado es mucho más
importante que pretender mantener la ley de “ojo
por ojo diente por diente” como aun hoy en día
el hombre "civilizado” pretende mantener.
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