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a esto hemos llegado.
Una nación de inmigrantes- desde Inglaterra hasta
México - está de pie a la puerta de la historia
esperando descubrir si seguimos en la tarea de difundir
oportunidades y democracia hasta los lugares más
recónditos del planeta, o por el contrario nos
echaremos para atrás cayendo en la enajenación
política.
Al llegar el día de elecciones, un curso de acción
será puesto en movimiento que indudablemente podría
afectar la educación de sus hijos, los planes de
jubilación de sus padres, la cobertura de seguro
médico para su cónyuge y hasta el dinero
en su propia cartera.
Para el votante nuevo, esta elección podría
determinar posiblemente el resultado de la Guerra de Iraq,
si nuestros hermanos y hermanas seguirán reconstruyendo
el Oriente Medio o si ellos volverán a casa con
sus familias y para ayudar a levantar nuestra propia infraestructura
cuando desastres como el Huracán Katrina vuelvan
a golpear.
En esencia, este simple pedazo de papel - la boleta electoral
– hará las veces de timón de un gran
barco guiando y dándole dirección al Condado
Brevard, a nuestro estado y a la nación durante
los próximos dos años.
¿Y en hombros de quien cae esta gran carga y la
responsabilidad de la toma de decisiones? En los suyos.
Sin embargo de cualquier forma que se vea, la elección
de mitad de trimestre de este año que elegirá
a nuestro próximo senador, gobernador y legisladores
será importante para los 42 millones que conforman
la comunidad hispana estadounidense.
Su voz contará y su voto también. Sea durante
el día de las elecciones o por el voto por correo
(ausente)- tendrá un impacto. En efecto, este es
su futuro, uno que puede dejar a otros entender que los
hispanos están involucrados con el proceso político.
Algunos problemas que ha afrontado la comunidad hispana
desde hace algunos meses han sido dolorosos. Cientos de
miles de hispanos salieron a las calles a expresar sus
opiniones respecto a temas tales como la Inmigración,
la propuesta de trabajadores temporales que beneficia
a un estimado de 11 millones de inmigrantes ilegales,
el debate por la construcción de un muro en la
frontera de Texas con México y la guerra en Iraq.
En Palm Bay, ciudadanos hispanos que por medio del pago
de sus impuestos apoyan esta ciudad de más de 100,000
habitantes, vieron como el consejo de la ciudad rechazo
el decreto polémico que apuntó a las personas
que contrataran a trabajadores indocumentados. Muchos
lo consideraron un insulto, pero entendieron que esta
propuesta podría haber tenido un impacto duradero
en los hispanos no sólo en nuestra ciudad, sino
a nivel nacional.
Como una muestra de democracia cientos de personas, la
mayoría hispanos, se presentaron el la reunión
del mes de Agosto del consejo de la ciudad con el fin
de que sus voces fueran escuchadas.
No menos de 68 personas subieron al podio, tranquilamente
expresaron su consternación por la acción
tomada por el consejo. En las afueras del edificio de
la ciudad, había personas con pancartas, hablaron
frente a las cámaras de reporteros y ayudaron a
romper la idea falsa que muchos tienen de acerca de los
hispanos.
La comunidad hispana en este país controla alrededor
de 700 billones de dólares de la economía,
lo que significa por ejemplo que el Primo Jorge y la tía
Maria son contribuyentes y deberían tener definitivamente
una voz sobre las cuestiones que los afectan.
Y como de costumbre, la Florida es líder en la
nación en el entendimiento de este factor ya que
los hispanos aquí siguen contribuyendo económica,
social y culturalmente al estado.
Ahora este es el tiempo, sea usted Demócrata o
Republicano para enfocar aquellos puntos de vista políticos
en la cabina de votación. Esta es la belleza de
América.
El árbol de la libertad no tiene que ser fortificado
con la sangre de la revolución, por el contrario
puede ser cambiado en un instante por la tinta de una
pluma.
Un golpe puede motivar a la gente, llamar la atención
hacia la situación difícil del pobre o conceder
a la una comunidad una posibilidad para crear oportunidades
económicas mientras gana representación.
Esperamos que al anochecer del 7 de noviembre, día
nacional de las elecciones, millones de personas en los
Estados Unidos tengan una visión más clara
sobre lo que nos espera para nuestro futuro. El siglo
veintiuno está en nuestra mano. Votar es su voz
y es su fuerza.
No importa a que parte del espectro político usted
pertenezca: extrema derecha, en la mitad o en la izquierda
radical, eso no es lo importante.
Lo que realmente cuenta es lo que usted haga ahora y en
este tiempo para cambiar la historia.
No deje pasar este momento tan importante para usted.
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