Al Día Today
Octubre 2006
Internacionales
Inmigración
Florida
Locales
Communidad
Deportes
Editorial
A La Carta
Arte y Cultura
Turismo
SERVICIOS
Mercadeo
Diseño Gráfico
Páginas Web
Contactenos

Search Al Día Today

   

Chavez, el nuevo Castro

Por Maria Elena Salinas
Syndicated Columnist

El presidente de Venezuela Hugo Chávez nunca sed ha limitado al expresar su desdén por el presidente George W. Bush. En su programa semanal "Aló Presidente" Chávez le ha llamado de todo al presidente de Estados Unidos. Pero al traer sus insultos a la reunión de Naciones Unidas en Nueva York, su intención, más que golpear a Bush, fue la de promover su propia imagen como líder de las fuerzas anti americanas alrededor del mundo.

Fue una frase simple. "Ayer, damas y caballeros, el presidente de los Estados Unidos, el caballero a quien yo me refiero como el diablo, vino aquí, hablando como si fuese el dueño del mundo," dijo en el podio durante la asamblea general de la ONU. Entonces hizo la señal de la cruz y agregó: "Aquí todavía huele a azufre."
Su breve comentario provocó risas en la audiencia y al final de su discurso recibió el aplauso más largo del día. No cabe duda que docenas de jefes de estado se divirtieron con sus palabras.

Muchos de ellos comparten su sentimiento de disgusto por las políticas de la administración Bush, pero pocos se atreverían a ser tan directos en su condena al presidente norteamericano. No fue muy presidencial, para decirlo de alguna manera, pero lo cierto es que Chávez logro grandes titulares en Estados Unidos y el resto del mundo.

A través de los años adversarios de Estados Unidos han utilizado el foro internacional para criticar al gobierno y sus políticas. Desde el líder soviético Nikita Khrushchev hasta íconos revolucionarios como Fidel Castro y el "Che" Guevara y el líder palestino Yaser Arafat, han utilizado palabras duras en la ONU para referirse al gobierno norteamericano. En 1987 el presidente nicaragüense Daniel Ortega criticando a Estados Unidos por la ayuda a los "Contras" le recordó al presidente Ronald Reagan que "Rambo sólo existe en las películas."

Durante la asamblea general de éste año ni siquiera el presidente de Irán Mahmoud Ahmadlnejad -- el nuevo enemigo público Número 1 -- se atrevió a atacar directamente al presidente de Estados Unidos. Aunque no fue necesario, ya que su nuevo amigo Hugo Chávez se encargó de hacerlo por él.

Entonces ¿qué busca ganar Chávez con todo esta retórica anti norteamericana? A corto plazo el jefe de estado venezolano tiene la esperanza de obtener votos suficientes para conseguir una de las sillas rotativas no permanentes en el Consejo de Seguridad de la ONU, algo a lo que Estados Unidos se opone vehementemente. Venezuela necesita 192 votos, dos terceras partes del total de afiliados, y con tantos países molestos todavía por la guerra en Irak, Chávez espera convencerlos.

A largo plazo parece que Chávez está tratando de llegar a ser el campeón del anti norteamericanismo en el mundo. Quiere ser el líder valiente que no teme confrontar al país más poderoso del universo, una posición que hasta ahora ha ostentado extra oficialmente el dictador cubano Fidel Castro. Aunque Castro retomara el poder después de cederlo a su hermano Raúl mientras se recupera de su enfermedad, queda claro que sus días finales están más cerca.

Estados Unidos ha tenido éxito defendiéndose de la retórica anti norteamericana de Castro. Aunque impopular en la mayor parte del mundo, ha podido mantener un embargo económico contra la isla controlada por la dictadura comunista durante los pasados 46 años.

Pero enfrentar las amenazas de Chávez representa otros desafíos. Para empezar Chávez es un presidente elegido democráticamente. No solo goza de popularidad en su propio país sino en gran parte de la región. El lidere venezolano se las ha arreglado para alinearse con todas las fuerzas anti norteamericanas en el mundo, y distanciarse de los aliados de Estados Unidos.

Pero lo que es más importante, Chávez tiene dinero, y mucho. Venezuela es el quinto productor de petróleo en el mundo y suministra 15 por ciento del crudo importado por Estados Unidos. El gobierno venezolano controla la petrolera Citgo con sede en Houston, y Chávez utiliza el dinero derivado de los profundos pozos de petróleo para comprar apoyo en su país con programas sociales y para comprar influencia en el mundo.

Así como el dictador cubano, Chávez ha dicho en repetidas ocasiones que es amigo de los norteamericanos, pero no de su gobierno. Durante su visita a Nueva York prometió donar una vez más el aceite para calentadores para ayudar a los norteamericanos pobres en 18 estados durante el invierno, duplicando la cantidad donada el año pasado. Una oferta generosa, pero con amigos así ¿quien necesita enemigos?

(Maria Elena Salinas es autora del libro "Yo soy la hija de mi padre: Una vida sin secretos." Conectese a (www.mariaesalinas.com)
(c) 2006 by Maria Elena Salinas
Distributed by King Features Syndicate